La obra escultórica adquirida entonces no convenció ni a los cofrades ni al pueblo, por lo que se retiró y hoy reposa en una ermita de la partida de El Monje. Asimismo, la cofradía originaria confió en el artista Mariano Benlliure y una parte de los socios se desligó para fundar la de Jesús Rescatado con una imagen obra de Josefina Cuesta.